Echo de menos interfaces alternativos a YouTube. No hablo de cambiar el diseño de la home, sino de la forma en la que accedes a todas esas píldoras escondidas. “Escondidas” ya que casi siempre que accedes a una es porque te han pasado un enlace cuando en realidad están allí accesibles por cualquiera.

Están “escondidas” para los desmemoriados y faltos de imaginación como yo que no utilizamos un simple cajetín de búsqueda por falta de ideas.

Esa es la clave (y un problema generacional del que podemos hablar en otro momento). Primero fue el drama de enfrentarse a un papel en blanco, luego la versión postmoderna de enfrentarse a una pantalla en blanco, y ahora la tragedia de enfrentarse a un cajetín de búsqueda vacío.

Por tanto, me gustaría -y como casi todas las cosas que me gustan, ya existirá; que alguien me pase el enlace- una web a la que le indique mi nombre de usuario en distintos servicios online, y que a partir de lo que haya allí me genere una playlist multimedia con fotos, videos, y canciones con la que poder pasar una tarde de domingo.

Y que le indique quienes son mis amigos para que me proponga videos que ellos han visto. Igual que me interesan los enlaces de mis amigos, también me interesarán los videos. Pero no solo que me los propongan, quiero que me los reproduzca uno detrás de otro, que yo estaré sentado en el sofá.

(Me consta que por aqui cerca se está cociendo un del.icio.us para videos; a ver si se puede probar pronto).

El tema es disponer de un mediacenter que se alimente socialmente de contenidos en internet.