Si el 2005 fue el año de los blogs (¿o fue el 2004?), el 2006 será el año de las herramientas de filtrado. O de los agregadores, o de herramientas de gestión personal de la información, o de la vuelta de los editores de revistas tal como se entendían hace lustros. O de todo junto.

Porque si el año de los blogs fue el 2004, esto también podrá suceder en el 2007. O seguir sucediendo, sin prisa, pero sin pausa, durante el resto de nuestras vidas.

He dicho.