Entre tanto maremagnum micro-comunicante, muy de vez en cuando se cruza uno con relatos que se sienten vivos. Cada dos o tres meses lees algún texto que tiene pasión, es fresco, y te llega (también puede ser porque lo lees en el momento adecuado). Incluso cuando el tema no te mata.

Después de tanta polémica con el tema Strokes, aquí tienen el mejor relato sobre la cuestión que no deja de alimentar ese agujero negro de marketing:

La alarma de mi despertador suena sin piedad. El estruendo retumba en mi cabeza durante unos segundos. Me hundo un poco más en el nórdico. No puede ser verdad. Rápidamente reacciono. Hoy es el día. Hoy es el único día.

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PS. Respecto al tema Strokes-marketing, me resulta curioso las críticas que ha recibido el asunto, y todas las reseñas que ha motivado: si tienes un medio o un blog y te parece una tomadura de pelo el tema del concierto, ¿por qué caes en el juego? ¿por qué sigues alimentando su marketing si lo estás criticando porque no te parece bien?