¿A cuantos medios, fuentes o páginas web accedemos cada día?

Si una marca (todos somos marcas) quiere calar en su audiencia, debe tener personalidad y caracter, y ser simpática. Hay grandes marcas, grandes portales generalistas (en España pueden ser Terra, Ya.com, Portalmix, los medios de comunicación) que tienen millones de usuarios, por inercia.

La marca está tan extendida y es tan conocida que proporciona un montón de visitas por sí misma, no por lo que contiene.

En ellos la gente no entra buscando contenidos o servicios concretos, acaban cayendo o entran por inercia cuando se ponen a navegar porque son los sitios que conocen. La gente está acostumbrada a encender un cacharro y hacer zapping en un número limitado de canales.

Estos sitios generalistas ofrecen contenidos generalistas: no son de excesiva calidad, casi siempre los puedes encontrar en otros sitios y tratan los mismos temas (lo que no quita que se puede hacer mucha pasta con ellos – y la que llegará, según cuentan algunos).

Y luego están los otros: contenidos que buscas o consumes por los contenidos en sí, independientemente de donde estén. Son atractivos (para un porcentaje pequeño de la audiencia, probablemente) porque tienen carácter, personalidad.

Están escritos por personas que sabes cómo son por cómo escriben y qué cuentan, y ya no solo te resulta interesante lo que cuentan sino que te acaba resultando interesante la persona. Y porque la persona es interesante, irás a leer aquí, allí o donde sea. La persona acaba siendo lo importante, el contenido menos, y el medio que los empaqueta menos todavía.

Los blogs serían el ejemplo extremo de este planteamiento (y tienen éxito y molan por esta razón, porque son contenidos con personalidad. Si un blog no tiene personalidad, apaga y vámonos). Si las marcas como contenedores siguen teniendo sentido es porque seguir muchos blogs es una tarea complicada, y los contenedores (revistas, canales de tv, webs) funcionan como metapersonas; con su personalidad, su carácter.

Un servicio o un contenido para fidelizar tiene que tener un carácter fuerte.

Los contenidos a granel de medios generalistas (ya sean portales multinacionales o blogs colectivos sin personalidad o herramientas automatizadas) no tienen futuro como elemento fidelizador. Y no son simpáticos.

Pero a quien le importa cuando la inercia puede ser millonaria.