Pepín Bello fue uno más de la pandilla de Lorca, Buñuel y Dalí (entre muchos otros) en los primeros años de la Residencia de Estudiantes. Se le puede considerar uno más de la Generación del 27, aunque es el único que no tiene obras. Conoció y trató a casi todos los personajes culturales de aquella época, y es el único que quedaba vivo. Murió a principios de este año – con 103 años, ahí es nada.

Cualquier historia sobre Dalí, Lorca o Buñuel está llena de referencias hacia él.

Justo el año anterior a su muerte, o sea, el año pasado, Marc Sarda y David Castillo estuvieron charlando una serie de tardes con él y a partir de ahí nació el libro Conversaciones con Pepín Bello.

Es un librito que se lee de un tirón y es bastante entretenido. No es ningún sesudo estudio literario: son pequeñas historias cotidianas sobre todos esos personajes ya míticos con los que trató.