Desde hace tiempo tengo dos to-dos mentales para los que programé alarmas/recordatorios que saltasen recurrente y aleatoriamente:

  • Comer galletas
  • Preguntarme: dentro de 10 años, ¿me parecerá que tenía sentido gastar mi tiempo en las cosas en las que lo gasté?

¿Dentro de 10 años recordarás con gusto las galletas que te comías, o te pareceran poca cosa? ¿Te pasarías 10 años haciendo lo que estás haciendo ahora mismo, o te parece una idea abominable? ¿Qué galletas te gustaría estar comiendo dentro de 10 años?

Hacerse estas preguntas de forma recurrente (cada dos meses, aproximadamente) no es que sea justo y necesario, es que es una estupenda manera de obligarte a elegir y a perseguir cosas que te llenen realmente. Pero sobretodo que te llenen los próximos 10 años, no sólo los próximos dos meses.