[Post originalmente publicado en el Blog de Bloggers de El País]

Hace algunas semanas escribía sobre como la tecnología y las redes podían incrementar la participación de las personas en los asuntos públicos. Disponemos de una democracia que es algo estupendo respecto a sistemas políticos pasados pero también es obvio que podemos seguir mejorando: a todos nos sabe a poco el que nuestra única interacción con la democracia se reduzca a un voto cada 4 años.

La tecnología y las redes aceleran la circulación de la información y esto trae consigo la transparencia, un interesante mecanismo de autoregulación para personas y organizaciones (cuando hacemos algo que no deberíamos lo hacemos con la seguridad de que nadie nos va a ver. Si sospechamos que vamos a ser vistos normalmente o no lo hacemos o seguimos buscando algún recodo donde nos se nos vea).

Será estupendo el día en que la actividad de nuestros representantes sea transparente y haya más interacción con nosotros los representados que ese voto colectivo cada cuatro años. Los políticos podrían consultar de forma más cercana y personal sobre las leyes que están gestando y sobre los proyectos que están planeando, y las personas dar su opinión sobre las cosas que les afectan directamente, saber en qué está gastando su tiempo cada político y qué opiniones tiene sobre ciertos temas, para así tener una información más completa a la hora de ir a votar.

Algunas administraciones tienen digitalizada cantidad de información, lo cual es un comienzo. Pero es necesaria hacer digestibles todos esos datos.

La tecnología necesaria para ejercitar esta transparencia ya existe, lo único que falta es la voluntad de alguien para hacerlo tangible. Lo lógico es que sean las propias estructuras administrativas las que creen este servicio público aunque conociendo por encima sus historias de pasión con la tecnología podemos esperar, como se suele decir, sentados.

Eso es lo que debió pensar Tom Steinberg, el fundador de mySociety, un proyecto sin ánimo de lucro que nació en septiembre de 2003 en Inglaterra. mySociety tiene dos fines: crear webs que proporcionen a las personas beneficios simples y tangibles en el aspecto comunitario y cívico de sus vidas; y enseñar al sector público y de voluntariado mediante proyectos reales cómo usar eficientemente Internet para mejorar las vidas de la gente.

Hace unos días que descubrí sus webs y todavía sigo fascinado. Estos son algunos de sus proyectos:

  • HearFromYourMP.com – lanzado el 21/Nov/2005

    Se trata de crear un canal de comunicación entre los representantes y los electores de acuerdo a la distribución geográfica. Que un político lea y responda las preguntas de miles de personas sería complicado; en HearFromYourMP te suscribes a tu representante; cuando haya un número determinado el sistema envía un mail al político: “Hay 25 personas a las que les interesa saber en qué andas”. Las respuestas y el posterior debate quedan registradas online.

  • PledgeBank.com – lanzado el 13/Jun/2005

    Se trata de animar a la gente que quiere hacer algo por su comunidad de forma altruista, de conseguir que no se sientan solos. Permite a la gente hacer promesas: “Haré tal cosa, pero solo si me ayudan a hacerlo 10 personas más”.

  • WriteToThem.com – lanzado el 14/Feb/2005

    Un lugar donde contactar de forma sencilla con tus representantes electos. Introduciendo el código postal te muestra quienes son tus representantes locales, y a quién debes contactar para cada cosa. WriteToThem envío 5.000 mensajes durante su primer mes de funcionamiento.

  • TheyWorkForYou.com – lanzado el 6/Jun/2004

    Una base de datos anotable de lo que se dice en el Parlamento, y fichas donde se da información clara y objetiva de métricas sobre las actividades de los representantes. Mirad la ficha de uno de los representantes, Robert Kay: se puede ver qué voto en los temas clave, qué cuestiones le interesan, sus apariciones recientes en el Parlamento, estadísticas (por ejemplo, a cuantas de las preguntas envíadas a través de WriteToThem.com ha contestado)…

En EEUU hay algún proyecto similar como Smartizen (y seguro que hay muchos más de los que no tengo ni idea).

Hace unos meses charlando con un amigo le decía que estaba convencido de que se podían desarrollar algunas de las ideas que comentaba en aquel post. Hoy, después de ver un proyecto de verdad y funcionando, estoy más seguro de ello.

Habrá que ponerse a buscar financiación.

Si te gustan las buzzwords y tienes pasta, móntate en la política 2.0.