Creo que estamos deshumanizando la web con tanta cifra, tanto negocio millonario, tanta seriedad… Parece que nos quieren hacer creer que la web son negocios, cuando es al revés. La web son historias. Aunque quien ve la web como un negocio o como un conjunto de cifras será porque también hace girar su vida en torno a eso.

A mi personalmente no me interesa. Cada vez menos. Llegando a nada. No diré en público lo que me parecen los negocios por los negocios, el no plantearte una meta más allá de la generación de beneficios. ¿Haces lo que haces solo por dinero?

La web es una web de historias, de personas contándose cosas, conociendo, aprendiendo, disfrutando con pequeñas cosas. Supongo que esto es web2.amor. Pero me siento inundado por webs y personas que solo hablan de cifras, de modelos de negocio, de revenue sharing, de compras, de ventas… Parece que la pasta es de lo que se debe hablar. Estamos contaminados.

La fragmentación de los medios y sus audiencias nos traen un nuevo entretenimiento. Muchas alternativas a lo que tenemos.

Una de estas alternativas se va configurando como género: lo que podríamos llamar personal media (Mena Trott de Six Apart hablaba en un Economist de hace unas semanas de Intimate Media, pero eso reduce el alcance de algo más amplío que ya está pasando).

Es el paso de organizaciones complejas con muchos recursos que diseñan con mucha metodología productos cortados por patrones archiconocidos para ser consumidos en masa, a personas que cuentan historias sencillas de forma espontánea para compartirlas con sus amigos (conocidos o por conocer).

Gente que cuenta cosas en sus blogs, que muestra sus fotos y videos, que da pequeños updates a sus amigos sobre qué está haciendo en un momento dado de forma espontánea y rápida, que cuenta los sitios en los que ha estado y lo especial que allí ha ocurrido, que cuenta historias sobre sus amigos, que ofrece su sofá a viajeros

Estas son solo algunas webs que ya existen, pero llegarán muchas más. Por eso, hoy más que nunca, vivan las webs que te permiten contar y leer historias.

Porque ya no se trata de ofrecer solo herramientas sencillas para publicar, la usabilidad está superada: el siguiente paso es crear espacios donde contar cosas. Hay quien no tendrá nunca un blog pero si que contaría en qué sitios ha estado y qué le han parecido si alguien se lo pone en bandeja.

¿Dónde cuentas tú tus cosas?