Llevo unos días en EEUU y estoy alucinado con la intensidad de uso de servicios web. Siempre se habla de que en USA el mercado es mucho más grande, que la gente es mucho más digital, como aquí son posibles servicios mucho más avanzados… Y todo eso es cierto, pero como pasa en (esta parte de) América, de todo hay más y todo es más grande. Incluso tus expectativas se quedan pequeñas.

Hay vallas publicitarias por las calles que anuncian herramientas de email marketing para PYMES. Todos los comercios tienen los logos de Yelp, Facebook y Twitter en sus puertas (esto sobre todo en Austin, una de mis paradas). En los carteles que dan información de parques, patrullas de vigilancia vecinal, y otras microagrupaciones comunitarias hay URLs. No ves otros teléfonos que no sean iPhones o BlackBerrys (muy pocos Androids). Haces check-in en fin de semana en un parque (muy concurrido, pero donde no habría más de 500 personas) y te encuentras con que otras 50 personas han hecho check-in

En España es un tema recurrente el afirmar de forma categórica que Facebook no tiene mucho futuro con sus pequeños anuncios, porque tienen un CTR bajísimo y total “quién se quiere anunciar en Facebook”. Pues bien, los Amigos del Parque Redwood si se quieren anunciar en Facebook. Y como ellos otros tantos miles de grupos/pymes/negocios locales que al menos por aquí, si tienen una activa vida online.

Navegando por Facebook desde aquí te encuentras con este y otros miles de anuncios de este estilo. Y para este tejido tiene todo el sentido del mundo anunciarse en Facebook: por muy poquito pueden llegar a sus vecinos, un target que se extiende por todo un país gigantesco.

Lo local tiene una importancia capital en Facebook, algo que desde España es díficil de ver: porque los usuarios estamos allí, pero los negocios de la vida real todavía ni siquiera han llamado a la puerta.