Las redes sociales han sido uno de los hypes de la primera parte de este año 2004. Las redes sociales entendidas como servicio en un entorno punto com, porque el concepto de red social en esferas académicas tiene un significado más amplío, apropiado y anterior.

Y un hype no es un hype si primero no sube mucho para luego bajar otro tanto. Varias han sido las referencias respecto a este bajón: Alberto Knapp citando prensa extranjera; Enrique Dans citando otros blogs… Y yo, que les cito a ellos. O me cito a mi mismo, y me quedo tan ancho.

Una red social no se debe entender como servicio, sino como funcionalidad. Tal como comentan Enrique y Alberto, una red social que no tenga una finalidad concreta que reporte ventajas explícitas a cada usuario no tiene mucho futuro. Y morirá, claro que morirá.

Porque una red social es poco más que un paradigma de navegación en un espacio compartido. ¿Qué nos queda si eliminamos todos los elementos no comunes de los diferentes servicios de red social? Una capa de navegación que nos relaciona con otros semejantes de acuerdo con algunos criterios.

Imaginemos una agenda del Outlook mejorada: cada ficha, en vez de mantenerla nosotros, la mantiene el propio protagonista (un sencillo web service consuma el milagro de que llegue a nosotros). A esta ficha le añadimos un enlace para poder ver el resto de la agenda de cada uno. Y… poco más: lo que tenemos es el LinkedIn de turno. Si LinkedIn pusiese en marcha los web services necesarios, podríamos desprendernos tranquilamente de toda su parte web, porque en esencia no ofrece nada más que lo comentado arriba.

Tratar de vender el rollo red social como más de lo que es, una funcionalidad muy básica que solo puede vivir complementando un espacio ya existente, es crear artificios sin futuro en torno a los cuales no se puede crear valor. Se puede crear valor en torno a un espacio como es el de tus contactos de negocio, pero no solo en torno a esa capa de navegación que es lo que es una red social. Y además, como funcionalidad para el usuario, esta debería ser transparente: no tendríamos por qué hablar de red social.

Aunque el lenguaje consiste en crear términos y otorgar significados para poder entendernos, y el término “red social” ya ha adquirido el suyo. Solo hacer notar cómo quien sabe de lo que habla, no habla sobre ello: LinkedIn, una de las redes sociales más valoradas, no se refiere a ella en ningún momento como social network, sino como herramienta ( = funcionalidad) para ayudarte a descubrir conexiones de negocios…

(aunque quien soy yo para hablar de todo esto, que tengo una categoria con el término en cuestión…)